Lo barato sale caro (hosting)

AUTOR: Laura Soria García
Al realizar un proyecto para una asignatura donde necesitamos alojar contenidos en un sitio web, no nos paramos a pensar si nos conviene pagar por el servicio de alojamiento (hosting). Se debe a que el proyecto no será de gran envergadura ni necesitará un alto rendimiento. Eso pensábamos nosotros pero al final lo pagamos caro.
Primero investigamos los diferentes hostings gratuitos. Nos decantamos por Hostinger porque ofrecía buen soporte, tenía muchas páginas alojadas y ofrecía buenos recursos como 2GB de espacio y 100 GB de tráfico en su plan gratuito. Esto parecía suficiente para cubrir de sobra nuestras necesidades.
Aparentemente no había ninguna restricción del plan gratuito que nos pudiera afectar. Algunas restricciones hablaban de limitaciones en las copias de seguridad y que la página podía no estar disponible todo el tiempo. Para superarlo configuramos el plugin UdraftPlust para realizar copias de seguridad peiódicas en la nube. Puedes consultar la lección de Álvaro Rodríguez sobre copias de seguridad en Wordpress. El proyecto se desarrollaba sin novedad, lo llevábamos muy avanzado y estábamos a menos de una semana para su finalización. De pronto recibimos el aviso de Hostinger de la Figura 1.
Figura 1: Mensaje de cierre de cuenta en hostinger
Nuestra cuenta fue suspendida y nuestra página ya no era accesible desde Internet, la razón fue que habíamos superado varias veces el uso de CPU. Investigamos si este caso era habitual y pudimos comprobar que efectivamente lo era. Pero nos sorprendió que la cantidad de veces que se superaba el uso de CPU variaba mucho entre los usuarios de Hostinger. Por ello, no pudimos entender la razón concreta de la suspensión de la cuenta. Lo peor de todo es que nos quedamos sin acceso a nuestro trabajo y si queríamos recuperarlo teníamos que ¡PAGAR!
La primera opción que exploramos fue empezar en otro hosting con nuestra copia de seguridad. Pero cuando tratamos de recuperar la copia de seguridad comprobamos que sólo estábamos guardando las imágenes del sitio web. Cometimos el error de no verificar que en las copias se guardaba todo el contenido del sitio web. Esto lo podíamos haber evitado configurando bien el plugin. Así que las opciones se reducían a:
  1. Empezar en otro hosting desde cero. 
  2. Pagar para recuperar el trabajo. 
Nos decidimos a consultar el coste costaba de recuperar nuestra cuenta y en la página web encontramos la información de la Figura 2.
Figura 2: información sobre precios de Hostinger (Abril-Mayo 2016)
Ante tal información y considerando la máxima de “el tiempo es oro” la decisión estaba clara. El tiempo dedicado a la realización del sitio, las entregas al cliente, el feedback recibido, etc. valía mucho más que el dinero que nos pedía Hostinger. Así que decidimos pagar para reactivar la cuenta. Pero al ir a pagar, vimos que la información de 1,99€/mes era engañosa porque exigía contratar 48 meses. Lo más barato era pagar 17€ por tres meses. Aun así, era preferible pagar que perder el trabajo y el tiempo. Buscando encontramos cupones de descuento para cuentas de pago de Hostinger y finalmente pagamos 13€ y recuperamos nuestro sitio.
Cuando completamos la orden de pago se reactivó nuestra página y pudimos continuar con nuestro proyecto.
Por si todo esto fuera poco, Hostinger nos había alojado en servidores con un nivel de servicio muy inferior al contratado y el elevado tiempo de respuesta lo hacía lentísimo. Así que nos pusimos en contacto con ellos para que nos solucionasen el problema. Antes de asumir que el fallo era suyo nos insinuaron que éramos unos pésimos desarrolladores y que nuestro sitio iba lento por nuestra culpa. Así que hicimos un análisis sobre el que pudimos argumentar nuestra solicitud de cambio de servidores, donde se podía apreciar que una de las razones de la lentitud se debía al tiempo de respuesta del servidor. Como comprenderás, todo esto supuso que en el equipo estuviesemos dándole vueltas y consumiendo tiempo para resolver el problema a pocos días de la entrega del producto. Tuvimos que esperar un día a que nos realojasen en un servidor con las características contratadas y la página respondiese acorde a ellas. Con todo esto hemos aprendido que:
  1. Hay que asegurarse de que las herramientas utilizadas, por ejemplo para realizar copias de seguridad, hacen lo que esperamos que hagan.
  2. Investigar a fondo los hostings donde vayamos a alojar nuestro sitio buscando problemas comunes que puedan sucedernos y qué impacto podrían tener sobre nuestro proyecto.
  3. Valorar nuestro tiempo y nuestro trabajo.

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