AUTOR: Sergio Rivas Ramos
Lo más normal a la hora de trabajar con WordPress es utilizar plugins para aportar funcionalidad al sitio. Hay multitud de plugins para elegir en la web y gracias a ellos se pueden hacer muchas cosas en el sitio. Cuando buscamos un plugin, buscamos uno que cubra nuestras necesidades y más o menos encontramos alguno. Pero no siempre se cubre todo lo necesitado y hay que usar lo que se tiene.
La otra opción consiste en alterar el código del plugin (requiere conocimientos de programación web como php o css) para adecuarlo. Es preferible no tocar nada si no se sabe dónde hacerlo. Pero si se conoce donde hay que alterar el código, se puede sacar mucho más partido al plugin. Es necesario tener una manera de acceder al código. Por ejemplo, Filezilla.
Esto no solo se aplica a plugins, también se puede seguir el mismo proceso con las plantillas de WordPress.
Como ejemplo, vamos a ver como una plantilla de WordPress (Responsive) que daba problemas con algunos navegadores se pudo adaptar. Con esta plantilla, el banner de arriba que se permite poner no se veía bien en Firefox, ya que se ampliaba la imagen y se descuadraba con el estilo de la web. Se buscó por todas las opciones del tema, sin resultados. Finalmente se decidió mirar el código en el que se incluía la imagen (header.php). El fichero se encontraba dentro del siguiente esquema: “wp-content/themes/responsive/header.php”. Dentro del fichero, localizamos el lugar donde se introducía la imagen. Y hecho esto le cambiamos las dimensiones a “100%” para que ocupase el máximo del sitio que tenía asignado.
Después de editarlo, la imagen se veía a la perfección en todos los navegadores.
Con este ejemplo hemos visto cómo un cambio muy simple puede solucionar la cuestión.
Por otro lado, ésta filosofía no solo es aplicable a plugins o temas. Editar imágenes para adaptarlas al estilo de la web mejora mucho el aspecto visual del sitio.
Hay que comentar que antes de tocar un plugin, tema, o editar un componente multimedia, hay que comprobar que la licencia de estos elementos lo permite. Ya que si no, se podrían tener problemas legales con el propietario del elemento.
En conclusión, no hay que conformarse con lo que se nos da, si es necesario (y el coste no es muy alto), es recomendable ir más allá y adaptar lo que usemos a nuestro producto.
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